La Creación


   La Creación


Dios crea esta tierra y su cielo y todas las formas de vida en seis días



— Se describen los hechos de cada día de la Creación.
— Dios crea al hombre, varón y hembra, a Su propia imagen — Se da dominio al hombre sobre todas las cosas, y se le manda multiplicarse y henchir la tierra.
En el  principio creo Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba  desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Haya luz, y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena, y separo Dios la luz de las tinieblas. Y llamo Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamo Noche. Y fue la tarde y la mañana el día primero.
Y dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe aquél las aguas de las aguas. E hizo Dios el firmamento, y separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así. Y llamó Dios al firmamento a Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su especie, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno.


Y fue la tarde y la mañana el día tercero. Y dijo Dios: Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales, y para las estaciones, y para los días y para los años; y sean por lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la
lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. Y dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos.
Y creó Dios las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
Y fue la tarde y la mañana el día quinto. Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, y ganado según su especie, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

                   






Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y a hembra los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo Dios: a Fructificad y b multiplicaos; y henchid la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da semilla que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da semilla os será para a comer.
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer.
Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran
manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.



Se termina la Creación

 — Dios descansa el séptimo día — 
Se explica la creación espiritual previa — Adán y Eva son puestos en el Jardín de Edén — 
Se les prohíbe comer del árbol de la ciencia del bien y del mal — Adán da nombre a toda criatura viviente — Jehová Dios une a Adán y a Eva en matrimonio.

Y FUERON acabados los cielos y  la tierra, y todas las huestes de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y reposó el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había creado y hecho.
Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día en que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que brotase; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra; sino que subía de la tierra un a vapor que regaba toda la faz de la tierra. Y Formó, pues, Dios al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre e alma viviente.
Y había Jehová Dios plantado un huerto al oriente, en el Edén, y puso allí al hombre que había formado. Y Dios hizo de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; también al árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía del Edén un río para regar el huerto, y de allí se a repartía en cuatro brazos.
El nombre del primero es Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también un bedelio
y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que corre al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates.


Tomó, pues, Dios al hombre y le puso en el huerto de el Edén, para que lo labrase y lo guardase. Y mandó Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, de cierto  morirás.
Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté  solo; le haré ayuda idónea para él.
Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y lo que Adán
llamó a los animales vivientes, ése es su nombre.
Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo; mas para Adán no se halló ayuda que fuese idónea para él. Y Dios hizo caer un
sueño profundo sobre Adán, y éste se quedó dormido. Entonces tomó una de sus costillas  y cerró la carne en su lugar; y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una a mujer y la trajo al hombre. Y dijo Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue
tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.

Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.








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